Interesante entrevista publicada el 01/06/08 en "El Mundo" con la Fiscal de Sala de Violencia sobre la Mujer. Extraigo algunas de las declaraciones de la Fiscal:
"El hombre merece más pena ya que esta violencia ataca derechos fundamentales."
"La sentencia del TC no es ideológica, es adecuada al problema. Argumenta que no es un problema de sexo, sino de género, de relación de poder sobre la mujer."
O sea que los hombres merecemos más pena por el mero hecho de serlo, mira qué bien.
En España en 2008 los poderes públicos presuponen que en toda relación de pareja heterosexual subyace un conflicto de poder hombre-mujer. Conflicto en que, siempre, la mujer está sometida por el hombre. Nunca al revés. No importa que la mujer sea, por ejemplo, Alicia Koplowitz y el hombre un desempleado achacoso. El hombre siempre merecerá más pena. Lo dice la Ley.
Una vez que las Instituciones Públicas del Estado han llegado a esta conclusión, el siguiente paso que deberían dar, por mera coherencia, sería el de prohibir el matriomonio heterosexual que no es, desde ese punto de vista, más que la plasmación contractual bendecida por el Estado de una relación de poder y sometimiento de un género (que no sexo, ojo) contra el otro.
Para el Estado español la mujer es un ser más irresponsable que el hombre en la práctica de ciertos comportamientos llevados a cabo en el ámbito doméstico. Aunque una mujer quisiera reivindicarse como igual de responsable que un hombre en ese ámbito, la ley se lo prohíbe. Por ser mujer no puede.
El Estado español impide a las personas heterosexuales establecer un vínculo convivencial basado en una igualdad plena entre los miembros de una pareja de esas características, en tanto en cuanto atribuye por imperativo legal distinto grado de imputabilidad a las personas en función de su sexo/género.
Tampoco estaría de más, para lo que vale, derogar el articulillo este:
CAPÍTULO II.DERECHOS Y LIBERTADES.
Artículo 14.
Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. (Constitución española de 1978)
"El hombre merece más pena ya que esta violencia ataca derechos fundamentales."
"La sentencia del TC no es ideológica, es adecuada al problema. Argumenta que no es un problema de sexo, sino de género, de relación de poder sobre la mujer."
O sea que los hombres merecemos más pena por el mero hecho de serlo, mira qué bien.
En España en 2008 los poderes públicos presuponen que en toda relación de pareja heterosexual subyace un conflicto de poder hombre-mujer. Conflicto en que, siempre, la mujer está sometida por el hombre. Nunca al revés. No importa que la mujer sea, por ejemplo, Alicia Koplowitz y el hombre un desempleado achacoso. El hombre siempre merecerá más pena. Lo dice la Ley.
Una vez que las Instituciones Públicas del Estado han llegado a esta conclusión, el siguiente paso que deberían dar, por mera coherencia, sería el de prohibir el matriomonio heterosexual que no es, desde ese punto de vista, más que la plasmación contractual bendecida por el Estado de una relación de poder y sometimiento de un género (que no sexo, ojo) contra el otro.
Para el Estado español la mujer es un ser más irresponsable que el hombre en la práctica de ciertos comportamientos llevados a cabo en el ámbito doméstico. Aunque una mujer quisiera reivindicarse como igual de responsable que un hombre en ese ámbito, la ley se lo prohíbe. Por ser mujer no puede.
El Estado español impide a las personas heterosexuales establecer un vínculo convivencial basado en una igualdad plena entre los miembros de una pareja de esas características, en tanto en cuanto atribuye por imperativo legal distinto grado de imputabilidad a las personas en función de su sexo/género.
Tampoco estaría de más, para lo que vale, derogar el articulillo este:
CAPÍTULO II.DERECHOS Y LIBERTADES.
Artículo 14.
Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. (Constitución española de 1978)
3 comentarios:
Y eso por no hacer más hincapié en la patochada de violencia de "género". Esta palabra únicamente se puede usar desde un punto de vista lingüístico (las palabras tienen género masculino, femenino o neutro) o desde un punto de vista de clasificación biológica (el ser humano es de género Homo). Y esto último es lo mejor porque vale tanto para hombres como para mujeres. Es decir, la violencia de género se da entre dos seres iguales. Pero no para la ley. ¡Manda huevos! que diría aquel.
Desde luego que la justicia debe ser igual para todos, aunque ya sabemos que esto es una utopía.
Pero, a cuántas mujeres conoces cuyo sueldo (en igualdad de condiciones laborales y educacionales) sea igual al de un hombre???.
Las diferencias existen en todos los ámbitos, no solo en el jurídico, por desgracia.
Gracias por vuestros interesantes comentarios, Erudito y Desbarreitor.
Sin pretender entrar en una absurda "guerra de sexos", Desbarreitor, (entre otras cosas porque todos tenemos más o menos novias, hermanas, madres, amigas...), comparto tu aspiración a una igualdad plena entre hombres y mujeres en cuanto a identidad de retribuciones por trabajos iguales. Creo que sería positivo en este sentido que se hiciera público un listado de las empresas o instituciones que discriminan a sus trabajadoras/es por razón de sexo. Por otra parte conozco a miles de mujeres (un conocimiento mayoritariamente estadístico) que cobran exactamente lo mismo que los hombres desempeñando un mismo puesto de trabajo.
También estoy convencido de que la idea masivamente difundida de que la mujer es víctima de una sociedad machista no refleja la complejidad real de la situación. Habitualmente se vienen omitiendo datos como estos:
Muertos por accidente laboral en España en 1998: 1.075. De los cuales: 97.2% Hombres. 7.8% Mujeres.
% De los miles de personas obligadas a perder más de un año de su vida llevando a cabo la práctica del Servicio Militar Obligatorio o la Prestación Social Sustitutoria en España durante el Siglo XX: 100% Hombres. 0% Mujeres.
Personas privadas de libertad por el sistema judicial español: 53.552 Hombres (92.2 %). 4.532 Mujeres (7.8%). Datos de 2004.
En fin, que pensar exclusiva o tendenciosamente en términos de "género" proporciona un conocimiento de la realidad más sesgado y pobre que el realizado teniendo en cuenta a las "personas" valorando todas sus características, no solo las sexuales. Saludos.
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